Los primeros espectrofotómetros, desarrollados en la década de 1940, eran extremadamente lentos en la obtención de espectros. En los años 50, se introdujeron los espectrómetros de infrarrojo de tipo dispersivo, los cuales utilizaban una rejilla monocromática para dividir la radiación en distintas frecuencias. Sin embargo, su velocidad de barrido y sensibilidad eran limitadas.

A partir de la década de 1980, se incorporó el uso de computadoras y la transformada de Fourier, lo que permitió la aparición de los espectrofotómetros FTIR (Fourier Transform Infrared). Estos equipos utilizan un interferómetro —un principio desarrollado por Michelson y Morley en 1881— que permite medir todas las frecuencias simultáneamente, mejorando notablemente la rapidez y resolución de los análisis.

Actualmente, los espectrofotómetros FTIR son compactos, fáciles de usar y capaces de generar espectros de alta resolución en pocos segundos. Compañías como Agilent, Bruker, Cole-Parmer y Nicolet lideran su fabricación a nivel mundial.

Representación gráfica de los componentes principales de un espectrofotómetro de FT-IR